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En aquel entonces éramos estudiantes, pero ya estábamos metidos trabajando en los medios de comunicación. Fuimos varios invitados, entre ellos
Kazetaro y este reportero reptil. No mencionaré nombres de los implicados en ese desliz intelectual del Foro Mundial en Guanajuato en 1996, sólo decir que algunas conferencias las disfrutamos desde el bar Luna en El jardín de la unión. Uno de esos días tuvimos la oportunidad de platicar con Carmen Aristegui. Nos bastó para darnos cuenta de que teníamos muchas similitudes y puntos de vista convergentes en nuestro trabajo periodístico. Para nosotros no fue raro lo que sucedió públicamente desde ayer a temprana hora, es la esencia de lealtad a uno mismo desde el cerebro reptiliano. Ya hemos estado en esos zapatos muchas veces.
Sin que tenga algo que ver, claro, es casualidad, hoy vimos este cartón en
La Jornada, es de
El Fisgón.
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