Mientras unos comerciantes recuerdan lo vivido, otros prefieren olvidarlo
León
A unas horas del pánico en el centro de León, hoy todo sigue igual. Incluso, uno de los locatarios quien estuvo en el fuego cruzado comentó que la violencia "fue ayer (miércoles), hoy tan-tan" mientras continuaba haciendo esfuerzos para que los caminantes se acercaran a su puesto de comida.
En el sitio donde ocurrió la balacera que dejó como saldo una mujer muerta y otra más, herida de gravedad, las personas se toman fotos.
Más que una escena de crimen, era un atractivo turístico. Con sus teléfonos graban el punto de la violencia y narran para sí lo que ven un día después de la refriega.
Ayer el centro joyero "El Güero" y el restaurante de comida rápida de Burger King permanecieron cerrados. No más.
La gente, más por morbo que otra cosa, se acercaban por ahí y no dejaron de pasar, de comprar los diarios, de preguntar lo que pasó.
Un par de policías municipales permanecieron unos minutos, cuando arreció el calor se fueron. No hay miedo en el lugar, sólo expectación. Los que por ahí pasan quieren escuchar esa historia.
Eso es aprovechado por un vendedor que, aunque estuvo cerca de la refriega, toma todo con humor "pásele, pásele, compre sus dulces y aquí le cuento toda la verdad".
Los curiosos veían a través de los orificios de bala en los cristales de lo que fue una panadería. De pronto, todo se convirtió en un punto casi turístico para los de aquí, para los de fuera quienes veían con azoro el restaurante cerrado más que los rastros de la balacera.
Propietarios de los locales preferían no hablar ya del tema, "hoy es hoy", repetían. Incluso aquellos que vieron y que recuerdan a las 19:30 del miércoles vivieron "la peor experiencia de mi vida", dicen que ya olvidaron y evitan hablar.
En algunas paredes, que sirvieron de refugio una noche anterior, estaban aún las huellas de la violencia, pero hoy fueron un atractivo más.
En el sitio donde ocurrió la balacera y que perdió la vida una mujer, las personas se toman fotos, el lúgubre recuerdo en el celular, eso sí, con la carita feliz del retoño.
Este día no se reforzó la vigilancia en el primer cuadro de la ciudad y todo como si nada.
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