"¿No crees que la medida del hombre está en que pueda seguir sus valores no importa en qué situación esté?"
Lo vi recientemente en un programa de cirujanos plásticos muy famosos que pasan por cable. La medida del hombre debería ser lo que construye y sin embargo, es más cuantificable todo aquello que con su ego y su natural tendencia al mal destruye.
El hombre, como por una maldición no explicada fielmente en ninguna religión ni mito pagano, tiende a destruir lo que le rodea, destruir el mundo, la naturaleza, la civilización, a sus congéneres e incluso a sí mismo.
El hombre pide constantemente explicaciones cuando él no es capaz de dar explicación alguna sobre su comportamiento, cuando no ha sido realmente capaz de generar explicaciones que no se basen en el líbido freudiano.
El hombre, con especie, es un elemento mal hecho, complejo e incompleto con tendencia a la autodestrucción. No podemos incluso hablar de "naturaleza del hombre" pues como diría un estimado profesor de Filosofía, el hombre es completamente artificio.
Es tan hueco, tan vacío y tan incompleto que necesita una porquería llamada dinero para sobrevivir, necesita basura qué consumir, necesita un carro, una casa, un pretexto... eso, un pretexo para destruir.
Y el hombre con su asqueroso doble discurso sigue su camino, luchando por una libertad hechiza y ficticia que el mismo se ha encargado de bloquear. He ahí al hombre que tanto se auto-alaba y cuyo ego sería capaz de llenar el universo...
¿Quieren ver siempre la parte bella? Sería como sólo ver lo que nos gusta del espejo, y sin embargo, enfrente también se reflejan mounstros, demonios, placebos disfrazados de vanagloria y autocompasión, de un ser que encargado de destuirlo todo y de destruirse a sí mismo aún es cínico como para lamer sus heridas con lástima.
Ese es el hombre, damas y caballeros! Ese que tienen en frente, a quien saludan por la calle, a quien ven en las noticias, ese es el hombre que se ha puesto como tarea destruir sin medida. Destruir y jactarse por lo destruido. Destruir y llorar por lo perdido!
Ese hombre capaz de creer cualquier cosa con tal de no afrontar su realidad.
3 comentarios:
Me ha encantado, hasta me acordé de mi pasado mafioso. Ese es el estilo que nos gusta de Ardilla Siniestra.
Así quería leerte, así de espejo, así de remadrazos en la cara y sacudidas urgentes de cerebro. Venga la nueva etapa de Ardilla Siniestra.
Pues muchas gracias por los comentarios. Esa es la verdadera ARDILLA SINIESTRA, sin máscaras y sin inhibiciones en la más pura y cruel forma de pensamiento.
Así estaremos en contacto.
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