Simuló su muerte para evitar un juicio
Un hombre al que se había declarado muerto hace cinco años reapareció esta semana en Argentina y pidió ser eximido de prisión por una causa en la que se le acusa de haber atropellado a un menor.
Juan Carlos Díaz era un guardia de seguridad en un barrio privado de las afueras de Buenos Aires cuando en la noche del 19 de marzo de 2005 arrolló con un carro de golf a Nicolás Juan, un niño de 4 años.
Los padres del menor le iniciaron una demanda por "lesiones culposas" y dos años más tarde se dio inicio al juicio oral.
Sin embargo, cuando debía comenzar el proceso, los abogados de Díaz anunciaron que el hombre se había suicidado, arrojándose debajo de un tren.
Como prueba, presentaron una certificado de defunción, que estaba a nombre desconocido (NN). Los letrados tampoco pudieron conseguir testigos del hecho.
En otro dato llamativo, los familiares de Díaz hicieron el reconocimiento del muerto pero sin ver el cuerpo, y la autopsia no incluyó fotos, huellas dactilares o muestras dentales.
No obstante, el juez a cargo del caso aceptó suspender el proceso judicial, lo cual generó una enorme polémica con el abogado de la familia Juan, quien exigió que se llevara a cabo un examen de ADN.
¿Y el muerto donde está?
Pero hubo más irregularidades en el caso: la prueba genética fue contrastada con la de un familiar político del guardia. Pese a que no existía un vínculo de sangre entre ellos, el estudio confirmó que se trataba de Díaz.
Tras comprobar la anomalía en el examen de ADN, la familia Juan pidió que se exhumara el cadáver. Fue entonces que quedó en evidencia la trama del caso, digno de una novela policial.
En vez de hallar el cuerpo de Díaz, en el lugar donde debía estar enterrado el vigilante se encontraron los restos de una anciana.
Una segunda excavación, en la tumba de una persona que había sido arrollada por un tren en la misma fecha en la que supuestamente murió el guardia, reveló que tampoco se trataba del hombre buscado.
"Todo el tiempo aparecían pruebas falsas para poder cerrar la causa y sostener que Díaz estaba muerto. Era increíble que sólo a nosotros nos llamara la atención lo que pasaba", afirmó el abogado querellante, Gregorio Dalbón, al diario Clarín.
En tanto, el juez a cargo del caso, Fernando Ochoa, decidió excusarse y la causa recayó en el despacho de la magistrada Emma Prada.
Ochoa fue sometido a un juicio político, pero renunció y la Justicia le permitió retirarse sin enfrentar el proceso judicial.
En busca del "difunto"
Ante la falta de pruebas sobre el fallecimiento de Díaz, la jueza Prada ordenó su captura en agosto de 2008.
A pedido de la familia Juan, la magistrada envió a una comisión policial a buscarlo a casa de sus padres, en la provincia norteña de Santiago del Estero.
En septiembre los agentes se presentaron en el domicilio y hallaron a una persona que se identificó como Juan Carlos Díaz. Sin embargo el hombre aseguró no tener problemas con la justicia, por lo que decidieron no detenerlo.
Cuando volvieron a buscarlo -a instancias de la jueza- ya no estaba.
La reaparición
El misterio se resolvió recién esta semana, cuando el juzgado que lleva la causa recibió un escrito de un abogado, que pidió en nombre de Díaz que éste fuera eximido de prisión por el caso del atropello de Nicolás Juan.
El letrado, Agustín García, se rehusó a informar quién lo había contratado, pero aseguró que Díaz había sido "aconsejado a desaparecer" por "sus antiguos empleadores".
Fuentes de la querella especularon con la posibilidad de que el custodio contara con información comprometedora sobre la empresa de vigilancia privada para la que trabajaba, lo que pudo haber originado el complicado complot para simular su muerte y evitar un juicio.
La reaparición de Díaz se produjo sólo tres meses antes de que prescriba la causa en su contra.
FUENTE.
Nooooooo, pos este Juan Carlos nos ha venido a recordar ese viejo y último recurso para evitarse algo... *Como pagarle a tus enemigos para que te masacren, como es pagar impuestos para que los criminales con cargo vivan exquisitamente.
Bueno, aunque no finja mi muerte NI UN PESO MÁS...
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1 comentario:
Mas bien finjo mi muerte para no pagar impuestos... aunque deberia hacerlo, sacarle lana al evento y pagar los impuestos coneso
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